¿Por qué hay tanta informalidad en Perú y cómo podemos cambiar esta situación?
La tasa de informalidad en Perú ha aumentado en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 76.8% de los trabajadores peruanos tienen empleos informales, lo que significa que no tienen beneficios sociales y no contribuyen al sistema tributario. Esto afecta a tres de cada cuatro trabajadores en el país.
La pandemia del Covid-19 ha empeorado esta situación, y en 2021 la tasa de informalidad fue aún más alta que en 2020, afectando a más de 9 millones de personas en áreas urbanas de todo el país. La mayoría de los empleos informales se encuentran en micro y pequeñas empresas, especialmente en sectores clave como la pesca, la agricultura, la construcción, el comercio, la manufactura, los servicios y la minería.
Es fundamental generar más empleos formales para mejorar las condiciones de vida de las personas, especialmente durante la reactivación económica. Sin embargo, existen varios obstáculos que dificultan la formalización de más peruanos.
El Banco Central de Reserva del Perú señala que la informalidad surge cuando los costos de cumplir con las regulaciones legales son mayores que los beneficios de la formalización. El proceso de formalización implica una inversión significativa de tiempo y dinero, desde la reserva del nombre de la empresa hasta la inscripción en los registros públicos y en el Registro Único de Contribuyentes (RUC).
Permanecer en la informalidad también tiene riesgos, como la limitación de clientes, posibles sanciones legales, la falta de beneficios laborales y la vulnerabilidad frente a la competencia desleal. Además, las empresas informales no pueden acceder a programas del gobierno ni convertirse en proveedores del Estado o de grandes empresas.
Por otro lado, la formalización trae numerosos beneficios, como la protección legal de la marca, el acceso a préstamos financieros, la posibilidad de emplear a personas que pueden recibir beneficios del Estado y la contribución al crecimiento económico del país.
Para reducir la informalidad, es necesario impulsar la inversión privada y fomentar la formalización de micro y pequeñas empresas. Algunas medidas propuestas incluyen simplificar las normas laborales para que sean más accesibles a estas empresas, realizar una fiscalización laboral con acompañamiento empresarial, facilitar el cumplimiento tributario mediante el uso de la tecnología, brindar incentivos a los trabajadores independientes para formalizarse y facilitar el intercambio de servicios entre los sistemas de seguridad social.
Reducir la informalidad en Perú es una tarea conjunta de instituciones públicas, privadas y la ciudadanía en general. Es importante difundir información sobre los procesos de formalización y los beneficios que conlleva.
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