La presencia de las pequeñas empresas en el Perú es asombrosa y nos lo demuestran los números. Según el registro de contribuyentes de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), si sumamos las microempresas, pequeñas y medianas empresas (mipymes) formales, alcanzan la cifra de 1’899,584. Estas casi dos millones de empresas representan el 99.5% de todas las empresas inscritas en el registro, y se concentran principalmente en los sectores del comercio (46.2%) y los servicios (41.3%).
Sin embargo, a pesar de su alta presencia, las mipymes enfrentan dificultades para superar ciertos obstáculos. Según datos del Ministerio de la Producción, el tiempo promedio de vida de una microempresa es de seis años, mientras que para las pequeñas empresas es de hasta siete años. Estas cifras son considerablemente bajas en comparación con el tiempo de vida de una gran empresa, que llega a los 13 años.
Las causas de esta brevedad en la vida empresarial son diversas e incluyen una carga tributaria y de negocios significativa, así como desafíos laborales. Sin embargo, uno de los obstáculos más importantes y objeto de mayor discusión es el acceso al financiamiento. Según explicó el viceministro de Mype e Industria, José Salardi, las tasas de interés son elevadas y están vinculadas al nivel de riesgo que presentan estas empresas.
Cuando las mipymes acuden a la banca tradicional en busca de capital, obtienen tasas de interés anuales altas, con un promedio del 31.25% para las microempresas y 18.13% para las pequeñas empresas, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) hasta diciembre de 2019. Algunas tasas incluso pueden llegar al 65.10% anual, como es el caso de las tasas ofrecidas por las financieras.
Ante esta realidad, han surgido nuevas opciones de financiamiento que, además de generar competencia en el mercado, ofrecen una solución a estas empresas. Una de estas opciones es el factoring, un nuevo modelo de financiamiento en el cual las facturas se vuelven negociables, permitiendo a los titulares obtener liquidez a corto plazo. Según explicó el viceministro de Mype, las tasas promedio mensuales para el factoring oscilan entre el 1.8% y el 3%, llegando al 18% anual. El Gobierno también ha tomado medidas para agilizar el proceso, reduciendo el tiempo para que el adquiriente de la factura exprese su conformidad con los plazos de pago acordados a tan solo ocho días calendario.
Además, se ha otorgado la calidad de título de valor a las órdenes de compra emitidas por el Estado, lo que permite que estas puedan ser negociadas rápidamente por las mipymes. De esta manera, las empresas no tienen que esperar a que el sector público cumpla con los pagos, proceso que en promedio lleva hasta 42 días calendario.
Otra opción de financiamiento para estas empresas son las plataformas de crowdfunding, que permiten que múltiples inversionistas aporten el capital que necesita una empresa. Según el viceministro de Mype, esto puede reducir hasta en un 30% la tasa de interés en comparación con una entidad financiera. Sin embargo, el objetivo principal es asegurar que la empresa obtenga el financiamiento necesario.
El leasing es otra alternativa de financiamiento que permite a las empresas arrendar maquinaria de trabajo sin que sea susceptible de embargo, lo que facilita la renovación de equipos sin poner en riesgo los activos de la empresa.
Estas opciones de financiamiento se suman a otras iniciativas como el Fondo Crecer, que dispone de S/1,000 millones para apalancar créditos a tasas de interés del 15%, y los fondos de capital semilla destinados a las start-ups, entre otros. Las opciones son múltiples, pero el problema parece tener otras aristas que deben abordarse.
El presidente de la Asociación de Gremios de la Pequeña Empresa del Perú, Julio Pardave, señala que uno de los problemas principales es el desconocimiento. Muchas empresas recurren a créditos costosos o incluso informales debido a la falta de información. Para evitar esto, considera que es necesario brindar asesoría constante que explique el uso de estos mecanismos financieros y destaque sus beneficios.
Pardave también destaca la importancia de una política pública a favor de las microempresas, pequeñas y medianas empresas, que promueva el diálogo entre todos los actores involucrados. Según datos del Ministerio de la Producción hasta diciembre de 2018, solo el 6% de las mipymes formales forma parte del sistema financiero, y si nos enfocamos solo en las microempresas, la penetración es de tan solo el 4.2%.
Ante la diversidad de opciones que atienden la demanda crediticia de las empresas más pequeñas, las cajas municipales se enfocarán en uno de los segmentos de mercado más importantes: los emprendedores en regiones. El gerente de ahorros y finanzas de Caja Piura, Marcelino Encalada, destaca que el nivel de bancarización en las zonas rurales y del interior del país es bajo o incluso nulo. Por lo tanto, las cajas municipales apuestan por estas áreas donde la competencia es menor y aún existen grandes oportunidades.
En conclusión, a pesar de la alta presencia de las pequeñas empresas en el Perú, enfrentan obstáculos significativos para su crecimiento, especialmente en lo que respecta al acceso al financiamiento. Sin embargo, han surgido nuevas opciones de financiamiento que ofrecen soluciones más accesibles y generan competencia en el mercado. Es fundamental brindar capacitación y asesoramiento constante para aprovechar estas oportunidades. Asimismo, se requiere una política pública sólida que promueva la inclusión financiera y fomente el diálogo entre los diferentes actores involucrados. Las cajas municipales también desempeñan un papel importante al enfocarse en las regiones y apoyar a los emprendedores locales. Con medidas adecuadas y un enfoque conjunto, es posible impulsar el crecimiento y fortalecer el tejido empresarial del Perú.